Animalien eskubideak
Algunos consejos
Te proponemos algunas indicaciones útiles para el cuidado de tus animales de compañía

Actividad física
Algunos se preguntarán que desde cuándo la actividad física es una necesidad. Pues lo es, aunque nuestro instinto lo contradiga. Y para algunos animales es vital. Los perros necesitan, tanto como una buena alimentación, unas pautas de salidas para ejercitarse. Al menos deberán salir tres veces al día y una de las salidas que al menos tenga una duración y recorrido suficiente para que el perro pueda desarrollar todos los hábitos que le son propios. Cuando decimos sacar al perro a pasear, decimos pasear y no un ejercicio de agility: dejar que avance a su ritmo, no lleguemos a hacer del paseo un momento incómodo para el animal ni para el propietario.
Lo que nunca se debe hacer, y de hecho está prohibido por algunas legislaciones locales, es utilizar vehículos de motor para realizar el ejercicio tirando del animal, el cual correría por sus propios medios. No sólo es una crueldad intolerable, es que es ilegal en muchos sitios.
Pues no, que los gatos sean perezosos es un mito. Les gusta jugar, correr. Disfrutan de lo lindo subiendo y bajando de los lugares más inverosímiles. También les gusta descansar del ejercicio, y muy holgadamente, por cierto.
En los gatos el ejercicio es algo más complejo de practicar. Al no salir de casa tienen más difícil practicar ejercicio. Aunque es difícil hay formas de ayudarles a mantenerse en forma. La primera es jugar con ellos. Hay muchos elementos en el mercado en forma de juguetes que ayuden a jugar con el gato, tanto para él solo como para jugar juntos: plumeros, ratones, etc. En cuanto a los punteros con láser, es un recurso controvertido, al igual que es muy efectivo para hacer que el gato se mueva y que puede ayudar a aliviar situaciones comprometidas, también puede generar algunos efectos no deseados en el gato, ya que nunca alcanza a atrapar a su presa; y eso, en un extraordinario cazador como es el gato, puede producirle estrés y frustración. Hay que utilizarlo con prevención y conocimiento sobre sus aspectos positivos y negativos.
Un método pasivo, lo decimos por el humano, de ayudar al ejercicio del gato es que el acceso a la comida (con el agua no es un método aconsejable) se haga a través de un esfuerzo, físico e intelectual, ya sea situando sus zonas de descanso o alimento en altura para obligarles a subir y bajar, o utilizando mecanismos que le obliguen a trabajar algo más el acceso a la comida. .
Un excelente método para que tu perro y tu gato hagan ejercicio es a través del juego. No sólo consigues que el animal haga ejercicio, también te ejercitas tú, os divertís juntos y es un excelente método para crear los lazos entre vosotros que perdurarán toda la vida. El juego ejercita el cuerpo y la mente, ayuda al animal a desarrollar las habilidades que le serán muy necesarias en su vida adulta. Es un excelente método de socialización si es un cachorro, pues el juego, contigo o con otros animales, le ayudará a controlar el grado de fuerza que debe desplegar para no hacer daño.
En los gatos se aconseja que cuando son cachorros, sean al menos dos para que el juego les ayude a socializar con otros gatos y con los humanos, pues jugar con otro cachorro les servirá para tener conocimiento de hasta donde pueden llegar antes de provocar dolor a otros, cosa que el otro le hace ver mediante queja o devolviendo la acción.
Cuando juegues con gatos utiliza siempre un sistema de interposición, nunca utilices tu cuerpo o manos como elemento de juego. Los gatos pueden ser algo brutos en el juego y podrían acabar haciéndote daño. Cuando juegues con un bebé de gato recuerda que el juego debe enseñarle a respetar a los demás, porque cuando son pequeños apenas producen daño pero pueden adquirir malas costumbres que pueden ser molestas en su vida adulta.

Alimentación
La alimentación de nuestro animal de compañía es posiblemente la inversión más importante que podemos realizar para asegurar una buena salud para él. El dinero que gastemos en una buena alimentación será dinero que ahorraremos en el futuro en tratamientos veterinarios.
La alimentación deberá ser adecuada a la edad del animal, a su estado de salud y a su estado físico. La calidad y cantidad deben ser suficientes y siempre pensando que, como ya hemos recogido anteriormente, será la mejor aliada para prevenir malos estados de salud y enfermedades en el presente y en el futuro.
Consulta con un especialista para que te oriente sobre la dieta más adecuada a tu compañero. Evita abusar de los “regalos” o “chuches”, balancea la dieta entre pienso seco y comida húmeda. Asegúrate de dejar siempre a su disposición agua fresca, limpia y abundante.
El tema de la alimentación de los perros y gatos es un debate siempre vivo y en constante actualización, huye de los consejos que puedas encontrar en las redes. Lo mejor que puedes hacer es hablar con un profesional en alimentación veterinaria para que te explique cual es la dieta más equilibrada y saludable.

Cuidados básicos
El llevar un animal a casa supone la obligación de adquirir ciertas pautas de prevención en cuanto a la salud del animal y la de los demás miembros de la familia. Una de estas pautas es la desparasitación regular del animal que vive con nosotros. La frecuencia y tipo de las desparasitaciones a administrar dependerá de la especie del animal, de su estilo de vida, de la época del año y de la zona donde habite. Por aclararnos, a la hora de desparasitarlo no es lo mismo un gato que vive en un piso en una ciudad sin siquiera una terraza a la que salir que un perro con mucho pelo, que vive en un pueblo, en verano, con acceso al exterior y que vive en la zona sur de la península. Tu veterinario te indicará cuál es la pauta de desparasitaciones más adecuada a tu animal.
Después de haber pasado la peor pandemia en 100 años casi todos hemos descubierto la importancia de las vacunas a la hora de garantizar la salud de todos. La vacunación es junto con la higiene una de las mejores armas para luchar contra las infecciones, no se las niegues a tu mejor amigo. A las vacunas les pasa lo que a las desparasitaciones: excluyendo las que son exigibles por ley, el tipo y la frecuencia de ellas dependerán de un conjunto de factores que es bueno que tu veterinario te explique y aconseje en relación a las características propias de tu animal. Una buena pauta de vacunación es el mejor seguro para garantizar que nuestro compañero estará muchos años acompañándonos.
Hay una intervención que arrastra controversias entre los amantes de los animales, y esa es la esterilización de nuestros animales de compañía. Hay partidarios de no esterilizar a los animales respetando así su integridad física, otros opinan que la esterilización es una herramienta adecuada para combatir la reproducción incontrolada y el abandono subsidiario. Muchas administraciones y organismos son partidarios y consideran legítima la esterilización para evitar la superpoblación y el abandono. Las leyes que se van aprobando en las comunidades autónomas recientemente van ahondando en esa consideración. La esterilización es una intervención irreversible que tiene sus ventajas para el animal, consulta a tu veterinario sobre su conveniencia para tu animal y en qué momento es el más adecuado para realizarla. El te resolverá adecuadamente todas tus dudas.
La eutanasia es una palabra que, con su sola pronunciación, nos encoge el corazón. Todos los que amamos a los animales tenemos claro que no podemos permitir que sufran ni un minuto de forma innecesaria, es lo mínimo que les debemos: que el tránsito sea lo más sereno e indoloro posible. Tenemos claro lo que no queremos, pero nos confunde identificar el momento de hacerlo. Cuando quieres, y quieres mucho, no ves claramente las señales, te aferras a cualquier espejismo que te muestre alguna luz. Mientras te ilusionas con un nuevo indicio, tu amigo puede que esté sufriendo innecesariamente. Habla claramente con tu veterinario, si confías en él deja que sea quien te aconseje hasta donde llegar y, si ya el momento de dejarle marchar ha llegado, despide a tu amigo como se merece, con dignidad, amor y respeto.

Higiene
La higiene en un animal es muy importante, no sólo es un indicador de la salud de éste, es una de las condiciones básicas de bienestar.
Los perros y los gatos son muy diferentes en su relación con lo que podríamos llamar higiene personal. Mientras los gatos son limpios, limpios; los perros necesitan un poco de ayuda extra para mantenerse aseados.
En los perros la higiene raramente va asociada a momentos placenteros y relajantes. Es algo a lo que hay que someterse periódicamente y ellos lo sufren pacientemente, como parte del contrato, pero no les pidas que hagan una fiesta cada vez que hay que ir a la bañera.
La frecuencia del baño dependerá del tipo de actividad que desarrolla, no es lo mismo un perro pequeño que pasea por el centro de la ciudad que un perro grande que está la mayor parte de su tiempo en espacios abiertos con acceso a lugares donde abundan las posibilidades de acabar literalmente de polvo o barro hasta las orejas.
En los gatos el aseo es mucho más que una cuestión de mera higiene. Es un ritual que practica a lo largo del día y siempre de forma relajada y placentera. Quién no ha sentido una secreta envidia viendo a un gato limpiándose concienzudamente, recreándose en la tarea, tarea a la que dedica horas a lo largo del día.
Además, es una forma de relacionarse con los otros a los que el gato considera su familia, para ellos es un momento feliz cuando acicalan a su compañero, sea felino o humano. Hay que recordar que para un gato nosotros somos un gato más, raro y querido porque les suministra comida, y eso lo suelen agradecer dándonos un baño gatuno con esa lengua rasposa que la naturaleza les ha dado.
Está claro, en temas de higiene lo mejor es dejar al gato que se autogestione los horarios y los métodos de limpieza, es algo que saben hacer desde bien pequeñitos.

¿De qué hablamos cuando hablamos de precaución?
Cuando llevamos un animal a casa adquirimos un conjunto de compromisos con el animal y con nuestros conciudadanos. El animal que llega a casa es motivo de alegría pero también es una responsabilidad que adquirimos con él y con los que nos rodean. Vamos a recordar algunas precauciones que debemos atender con nuestro animal de compañía y con las personas que nos rodean. Desparasitaciones, vacunas y otros tratamientos garantizan la salud del animal y de quienes le rodean.
Una de las preocupaciones más importantes es garantizar a nuestro animal de compañía una atención sanitaria adecuada, ello ayudará a garantizar la salud del animal y la de los que le rodean. Desparasitaciones, vacunas y otros tratamientos garantizan la salud del animal y de quienes le rodean. Deberemos cumplir el programa de vacunas y desparasitaciones que nuestro veterinario recomiende para garantizar una correcta salud para él y la seguridad para los que le rodeamos. Debemos ser conscientes de que es un ser vivo al que hay que proteger ante los posibles peligros que acechan a su salud y bienestar. En los paseos estar vigilantes para que el animal no coma nada que no venga de nuestra mano y que no moleste a otras personas o animales que comparten con nosotros el espacio público.
Es muy importante garantizar la protección de nuestro compañero con respecto a los excesos climáticos que le pudieran afectar. Para ello debemos asegurarle refugio para el frío o el calor en sus valores extremos. Poner siempre a su disposición agua para evitar una posible deshidratación debida al calor. Si por alguna razón el animal no viviera con la familia en casa deberá habilitarse un refugio donde pueda habitar durante los momentos de exposición a temperaturas extremas.
En los paseos intentar evitar las horas en que las condiciones climatológicas son más extremas y en verano llevar siempre una botella con agua para hidratarle y refrescarle, evitando que haga excesos en cuanto al ejercicio en las horas donde el calor es más extremo. Prestar especial atención a sus almohadillas en los días calurosos si pisa asfalto o arena expuestos durante mucho tiempo al sol.
No debemos permitir la salida descontrolada de nuestros animales de compañía al exterior. Estas salidas pueden acabar en problemas de salud para nuestro amigo e incluso la muerte. Si a las salidas sin control del animal le sumamos la circunstancia de que éste no se encuentra esterilizado no sólo aumentamos las posibilidades de que se meta en problemas con otros animales que se encuentren en la calle sino que, además, acabe contagiado por alguna enfermedad, algunas de ellas mortales. A lo anterior habría que añadir, para las hembras, el que vuelva a casa con algo más que la satisfacción de haber estado paseando al aire libre. La cría sin control es una de las causas más importantes del abandono y maltrato en nuestro país, no colabores a perpetuarla. Si no vas a criar y tu animal dispone de libertad para salir sin control por tu parte lo mejor que puedes hacer es esterilizarlo, es una medida sin apenas riesgos, y que ayudará a que no se vea afectado por peleas o acabe contagiado por alguna enfermedad que le pueda transmitir otro animal.